sábado, 2 de octubre de 2010

Por la boca muere el pez, porque se emborracha de Cardhu y claro, no le gusta

Pues sí, señoras y señores, que hasta aquí llegamos. Hace tres años lo abrió y le dio por contar cosas, a su manera, con cariño, con mucho cariño, pero un día, aleatorio, dejó de alimentarlo y lo empezó a dejar morir. Duele. Hay cosas que duelen y otras que joden mucho más. Se hartó, básicamente.
Tal vez aparezca otro Alan Pauls que la invite a un ginlemmon y le devuelva la pendejada. Ella, el día del tercer aniversario, cierra el chiringuito.

Gracias, si es que queda alguien ahí.


Escrito en una pared

domingo, 19 de septiembre de 2010

Vicio

Dijo Midge a Don en ese tono de amante-y-mujer-independiente-que-a-pesar-de-todo:

- Siento que tu vida tenga un millón de piezas. Funcionaría mejor si le quitaras una.






miércoles, 15 de septiembre de 2010

En un recital de Neuman, Pochtar y Dobry, con acento en la y.

Poetas que hablan de Epicuro, desviaciones de partículas extrañamente provocadas, incomprensibles, en el espacio, el tiempo indeterminado, Lucrecio pedante, inclinación de los átomos, realidad material, supuesta poesía, poesía al fin y al cabo, me enamoro de los griegos, cuerpos blanditos, se perciben, partículas sueltas, después de un día de trabajo invisible,
me-fugo-me-voy- corro- huyo- me escondo y digo, te digo, como el poeta veinte minutos soviéticos después: "complétame la fuga con un beso". Eso, y me iré a dormir.





lunes, 6 de septiembre de 2010

Fantasía

Lo aleatorio es así. Una se deja llevar por sus pasos para ir a los sitios de siempre, y variando extrañamente la ruta vuelve a encontrarse al muchacho desnudo en el balcón. Muchacho. Desnudo. El mismo. Otro balcón.
No es la primera vez.
Este día ella. Vaya. Esas cosas.


De todas las cosas que no recuerdo

Hace un año escribí esto y hoy, buscando otra cosa, lo volví a leer. No lo recordaba.

"De todas las cosas que no recuerdo - le escuchó pensar- me gustaría recuperar aquella canción que sonaba aquella noche y que te dije que eras tú.

Y las estelas de los aviones cuando estábamos tumbados en la nieve.
Y el primer beso.
El nombre de tu perfume y el sonido de tu tacto.
Y más.

De todas las cosas que no recuerdo - le escuchó repetir casi concluyendo-".


jueves, 2 de septiembre de 2010

Irse

Esta madrugada M. se va Shanghai. Demasiadas pruebas de la vida en los últimos dos meses. Demasiadas decisiones. Todo bueno, positivo. Me alegro. Se me puso un nudo en la garganta mientras nos despedíamos a pesar de llevar dos años sin vernos.

- ¿Cuántas veces nos hemos despedido usted y yo? - me preguntó de manera retórica.
-Yo me he ido muchas veces. ¿Tú te acuerdas cómo nos despedimos cuando me vine a España la primera vez? yo no.
- Me acuerdo de cuando te despediste de mí en el colegio porque te habían echado, ¿no se acuerda? estabas sentada en el bordillo de la acera, llorando, con las manos tapándote la cara. ¿No se acuerda? a mí no se me olvida ese día, esa imagen. Usted y yo estamos hechas de acero.
- No se pierda, que a mí google me funciona sólo para buscar a la gente en España, y a pesar de todo me tiré diez años en reencontrarte.

Y nos reimos. Así es la vida

Hay recuerdos que uno mismo se encarga de mandar al fondo de su memoria, y éste es el segundo de este verano. El primero fue el de la casa vacía de mi abuela el día de su mudanza, y la noche en ella la víspera de irnos a Bogotá. Luego éste. Es mejor no rescatarlos, no quieren ser salvados de nada, creo.
Y luego la gente. Los que se van. Los que quieres irse. Los que se acercan a pesar de todo. Los que volvemos. Los que queremos que vuelvan. Los que deberían querer volver. Pff.

viernes, 20 de agosto de 2010

Desde el punto más alto de la montaña rusa se ve, a modo de collage

(las cosas son así cuando la velocidad es tanta y apenas da tiempo de), una foto del otoño del 2007 en Segovia, proyección sobre el acueducto, nos olvidamos de ese amor doloroso del puto verano, puto amor, no puto verano, y leemos ¿qué tal se constituyó la angustiosa?¿por qué escribirá el nihilismo?¿qué tal cojeará la metralla?¿se horripilaba?, nos reimos, amamos a Pauls, lo persigo, me invita a su Cardhu, amamos a Pauls, mientras a la derecha de los raíles se dejan ver no sé cuántos atardeceres naranjas y rosas y rojos, y amaneceres, y nieblas y nubes de la Pequeña Ciudad de Provincia, la Provincia, el País y las carreteras. A la derecha sólo carreteras: la Hija de Dios y el Depósito de Sementales, me gustas así, Mironcillo, a 20km por hora entre tus calles con boñigas y vacas, y entonces comienza la caída, y canta Montse, la asturiana, "se me hincha la blusa" y yo me agarro fuerte y pienso en mis orejas perpendiculares al aire, picassianas, se me ven, oh cielos, me caigo y mientras miro a la izquierda que pasa la Hiluxión con Braulio con alas blancas y tuerto, bello Braulio que me hace llorar junto a la cara mía más feliz y más joven, más inocente y sin crisis, los niños, lenguas de trato, los juguetes nuevos y el desorden que pasó por ciclos como atrrezzo de las fotografías, y los cafés, y los amigos, y se me saltan las lágrimas, es el aire, viene el loop, esta montaña rusa tiene uno espectacular que te pone el estómago de papada, es por eso que me veo gorda cuando me miro en el espejo y escucho una voz que me dice "me encantan tus curvas" y descubro además, en el bucle, entre el chirriar de mi carrito, el único ocupado y de colores, que veo demasiado a ese hombre, el de la voz, y que qué cosa las marcas que dejan los neumáticos de los frenazos en el asfalto, y que la conversación del otro día sobre los recuerdos de infancia concluía en que no recordábamos lo que pensábamos, y yo me callé, como me callo siempre que tengo que explicar que las vistas desde mi montaña rusa con loop a lo canción de Cerati tiene de fondo un pensamiento recurrente aquí aquí y aquí, en el momento de hacerle click a la nikon traicionera aquella tarde de diciembre en Madrid, en aquella barbacoa sola con mis amigos, y el pantano, en la carretera, en el horizonte, sola, siempre, en fin, aparece el pensamiento, las curvas y más, y pienso, cuando el pelo me va volviendo a mi sitio, cuando la fuerza centrífuga va dejando que la gravedad haga lo suyo y yo vaya dándome una tregua en el start,a 2km por hora, que uno no mide el alcance de generar tesoros, de llenarse de fotos que no cuentan nada y lo cuentan todo. Y así, serena, actualizo el Cardhu, aparco lo que no llega a ser una neura y me rindo a la huella de neumático que tengo en la cabeza, tal vez más adentro, mientras pienso en qué nombrecitos más jocosos le ponen a los grupos modernos. Sometimes.